Es frecuente encontrar en la góndola aceites más potentes y de mayor frescura. Fruto de un cambio de tendencia de los productores por un lado, de un paladar más sensible y preparado del público por el otro.
Estamos a mi forma de ver creciendo rápidamente en calidad, es sintomático escuchar siempre más términos varietales en las charlas gastronómicas entre amigos. Ya no se habla de aceites genéricos de oliva. Ya hablamos de zonas, de variedades, de productores.
El Arauco ha abierto un camino hacia aceites mas estructurados y frescos a los cuales corresponden valores nutricionales mucho más importantes en términos de antioxidantes funcionales a nuestro organismo.
Volvemos a estos aceites frescos y estructurados, a veces potentes sin medios términos. Siempre más similitudes con los aceites de la Umbria, región puesta en el centro de la Italia, que en mayoría se elaboran a partir de una variedad, el MORAIOLO.
Acá en Argentina resulta que el Moraiolo no ha encontrado las condiciones ideales para adaptarse, pero también me resulta que esta es una variedad que en general mal se adapta afuera del Centro Italia: Toscana, Umbria y Marche.
Destino de unas variedades que se expresan a los más altos niveles cualitativos solo en sus territorios originarios.
el olivicultor Luigi Tega |
Su aceite LIRYS es decididamente frutado intenso con sus aromas vegetales a alcaucil y balsámicos a menta, romero y salvia, amargo y picante muy decididos que cierran con un dejo a almendra verde. Acercarnos a la altura de los aceites de Umbria, como este Lirys es un privilegio de unos pocos varietales que logran adaptarse en las zonas más frías y en los suelos mas difíciles a cultivar.
Es una regla universal que ahí, donde las variedades se expresan al limite de sus posibilidades, finalmente logran resultados únicos...